MONA SARNOSA / EL INVIDENTE
D.H. Lawrence - traducido por Sandra Dermark
Memoria de traducción (Fragmentos)
A
mí me fueron asignados los relatos “The Blind Man” y “Monkey Nuts”, sobre cuyas
traducciones que yo he realizado versará esta memoria. Ambos cuentos están
ambientados en la campiña inglesa durante la Primera Guerra Mundial y
protagonizados por soldados retirados a este entorno ostensiblemente más
apacible desde el Frente Occidental, pero que, a pesar de su deseo de paz, se
ven envueltos en catárticos triángulos amorosos. Los temas que se tratan son
universales: el amor, la sexualidad, la intimidad, el impacto de la guerra, los
roles sexuales o de género, la soledad, los celos, las diferencias y las
relaciones entre las personas. De fondo también planea, en ambos relatos, una
cuestión en torno a las relaciones humanas que aún da de qué hablar: si los
opuestos se atraen o si cada oveja está mejor con su pareja. Lo que sí que
queda claro en ambos cuentos es que dos son compañía y tres son multitud.
2.2. “The Blind Man”
Maurice
Pervin, un hombretón corpulento, sensible y con alma de niño, invidente a raíz
de heridas infligidas en combate, vive en su granja del sur de Inglaterra con
su cara mitad, la bella escocesa Isabel (a través de cuyo punto de vista, en
general, se nos presenta el relato). Una noche oscura y tormentosa de
noviembre, el matrimonio Pervin, aislado en principio del mundo exterior,
recibe la visita de Bertie Reid, amigo de la infancia de Isabel y un abogado
con éxito; extravertido y de apariencia frágil, pero emocionalmente frío, el
letrado contrasta intensamente con su cuñado. La tensión entre los dos hombres
va creciendo hasta el inevitable desenlace, cuando Maurice invade la intimidad
de Bertie al tocarle para conocerle, apretando poco a poco cada parte del
cuerpo de su cuñado, lo cual, para el joven abogado, supone una intimidad
insoportable.
2.3. “Monkey Nuts”
El
cabo Albert, cuarentón socarrón e irónico, y el soldado raso Joe, joven
sensible de veintitantos años, están acantonados en una estación de ferrovía
rural durante unos preciosos días de primavera. El cabo y el soldado tienen una
relación más íntima que la de simples amigos, yo diría incluso ligeramente
homoerótica, que recuerda a las relaciones, en otros períodos de la historia
militar, entre erasta y erómeno o entre caballero y escudero: un veterano mayor
y un joven inexperto. La aparición de la voluptuosa señorita M. Stokes, una de
las muchas voluntarias que ocupan puestos de trabajo vacantes (debido a la
guerra), alta y rubia como una valquiria, de quien Joe se enamora locamente,
abre una brecha entre los dos militares. A medida que Joe va acortando las
distancias con la joven, el cabo es presa de los celos, acuñando el apodo
“Monkey Nuts” (“Mona Sarnosa”), a partir de las iniciales de la voluntaria, que
usa para referirse a ella a sus espaldas, estando tête-à-tête con el soldado
raso. Al final, al enfriarse la relación entre Joe y la señorita Stokes, el
soldado corta con su novia espoleado por Albert, llamando a la joven, por
primera vez, “Monkey Nuts” (“Mona Sarnosa”) a la cara a gritos. Los dos hombres
pueden, al fin, volver a estar juntos sin terceros en discordia.
4. PROBLEMAS DE TRADUCCIÓN
4.1. En general: variedades diastráticas/diafásicas, tuteo
y ustedeo
En
la lengua inglesa actual existe un único pronombre de segunda persona, “you,”
sin distinciones de número o de formalidad. Ya que estos cuentos vieron la luz
en la década de 1910 y están ambientados en la misma época, consideré oportuno
aportar la diferencia entre tratamientos de “tú/vosotros” y “usted/ustedes” en
los diálogos de mis traducciones. En este apartado, ahondaré en las relaciones
entre dichos personajes y las razones que me han motivado a optar por el
ustedeo o el tuteo, amén de las correcciones que introduje al respecto,
sugeridas por nuestro tutor, Josep Marco.
En
“The Blind Man”, Maurice (el invidente que da título al relato, que perdió la
vista en combate) e Isabel Pervin son esposos, mientras que Bertie Reid es
amigo de la infancia de ella y un desconocido para él; en el mismo relato,
también aparecen varios sirvientes de la casa de campo del matrimonio Pervin. A
estos últimos, he decidido que Isabel les tutee: al fin y al cabo, una granja
mediana no es una mansión, y la relación entre servicio y señores es bastante
estrecha en este contexto. Como marido y mujer, y además como marido
discapacitado y mujer con la obligación de cuidar de él, los Pervin de mi
traducción se tutean obviamente entre ellos. Siendo amigos íntimos desde niños
que no se veían desde hace años, Isabel y Bertie también se tutean; mientras
que Maurice, que apenas conoce a Bertie, trata al tercero en discordia de usted
y viceversa.
En
“Monkey Nuts”, tenemos entre manos un triángulo entre dos camaradas, un cabo de
mediana edad y un joven soldado raso, y una de las muchas voluntarias que
cubrieron puestos de trabajo dejados vacantes por hombres llamados a filas. El
cabo y el soldado tienen una relación más íntima que la de simples amigos, yo
diría incluso ligeramente homoerótica, que recuerda a relaciones de pareja
similares en otros períodos de la historia militar: un veterano mayor y un
joven inexperto. La voluntaria aparece como tercera en discordia: el soldado
raso se enamora de ella, despertando los celos del cabo, que la ve como a una
intrusa.
4.2. En “The Blind Man”
Este
relato me ha presentado, ante todo, decisiones a tomar en torno a la cuestión
del tuteo y el ustedeo, ut supra (ver
4.1.). Otro aspecto que me ha resultado complicado han sido los monólogos
interiores de Isabel: a menudo, el narrador pasa a describir lo que ella siente
y piensa, la realidad desde su punto de vista.
4.3. En “Monkey Nuts”
El
hecho de que el juego de palabras del título constituya el Leitmotiv que vertebra todo el relato se me presentó como una buena
prueba para mis destrezas de creadora de juegos de palabras; pasé tres días intentando
resolver el interrogante antes de dar, finalmente y por fortuna, con “Mona
Sarnosa”.
Para
poner el juego de palabras en contexto, os ofrezco los pasajes más relevantes
donde aparece el Leitmotiv:
1)
El soldado Joe ha recibido un telegrama
de la señorita Stokes, lo cual intriga al cabo Albert.
Albert
was just unbuttoning his braces. He desisted, took the telegram form, and
turned towards the candle to read it.
‘Meet me Belbury Station 6.00 p.m. today. M.S.,’ he read, sotto
voce. His face took on its fun-and-nonsense look.
‘Who’s M.S.?’ he asked, looking shrewdly at Joe.
‘You know as well as I do,’ said
Joe, non-committal.
‘M.S.,’ repeated Albert. ‘Blamed
if I know, boy. Is it a woman?’
[···] ‘Oh, I’ll stand out of the
way, boy, if that’s it,’ said Albert to Joe. Then he turned mischievously to
Miss Stokes. ‘He wants to know what M.
stands for,’ he said, confidentially.
‘Monkeys,’ she replied, turning to her horses.
‘What’s M.S.?’ said Albert.
‘Monkey nuts,’ she retorted, leading off her team.
Albert looked after her a little
discomfited. Joe had flushed dark, and cursed Albert in his heart.
2)
Joe
está sin palabras después de la primera cita. El monstruo de ojos verdes se
apodera de Albert:
Next day Joe was silent, sullen.
Albert could make nothing of him. He proposed a walk after tea.
‘I’m going somewhere,’ said Joe.
‘Where — Monkey nuts?’ asked the corporal. But Joe’s brow only
became darker.
3)
Regresando
a casa de noche, los dos militares se encuentran de repente con la señorita
Stokes. Albert reacciona:
But Miss Stokes did not speak:
she only stared with large, icy blue eyes at him. He became self-conscious,
lifted up his chin, walked with his nose in the air, and whistled at random. So
they went down the quiet, deserted grey lane. He was whistling the air: ‘I’m Gilbert, the filbert, the colonel of
the nuts.’
4)
Al
final, habiéndose enfriado su relación, Joe corta con su novia animado por
Albert:
And Joe was crouching already to
jump off the truck to obey her, when Albert put his hand on his shoulder.
‘Half a minute, boy! Where are
you off? Work’s work, and nuts is nuts.
You stop here.’
Joe slowly straightened himself.
[···]
She stood and watched.
‘Joe!’ Her voice rang for the
third time.
Joe turned and looked at her, and
a slow, jeering smile gathered on his face.
‘Monkey
nuts!’ he replied, in a tone mocking her call.
She turned white — dead white.
The men thought she would fall.
Este juego de palabras, por ende, se
prestaba como un verdadero interrogante dado a que jugaba con las iniciales de
la voluntaria, M.S. (Mary/Margaret/Molly...? Stokes), y
una expresión que, en original, contendría todos estos significados:
●
Cacahuetes (“nueces de mono”)
●
Loca como una mona
●
“Huevos” (testículos) de mono
●
Chichones
●
Pamplinas
La
elección de “Mona Sarnosa” fue un auténtico momento eureka, tan acertado que se
ha granjeado el aprecio de Josep Marco y de Pilar Ezpeleta, los cuales han
optado por mantener mi opción en el pasado a limpio de la traducción. He aquí
los fragmentos del original en que surge y cobra relevancia el juego de
palabras (como sintagma entero) en mi traducción:
1) Albert estaba empezando a quitarse los
tirantes. Desistió, cogió el telegrama y se giró hacia el candelabro para
leerlo.
—“NOS VEMOS ESTACIÓN BELBURY HOY 18:00 STOP M.S. STOP” —leyó en voz baja. Su cara
volvió a asumir una expresión divertida y disparatada.
—¿Quién
es M.S.? —preguntó, dirigiéndole a Joe una astuta mirada.
—Lo sabes tan bien como yo —respondió Joe,
evasivo.
—M.S. —repitió Albert —Que me parta un rayo si
yo lo supiera, hijo… ¿Es una mujer?
[···]
—Quiere saber lo que quiere decir esa M —le dijo el cabo confidencialmente.
—Monos
—respondió ella, volviendo la atención a sus caballos.
—¿Qué quiere decir “M.S.”? —preguntó Albert.
—Mona
Sarnosa —replicó ella, guiando a un lado a los percherones.
Albert la miró, un poco desconcertado. Joe
había adquirido un rubor oscuro y maldecía a Albert en su corazón.
2) Al día siguiente, Joe permaneció en silencio,
huraño. Albert no podía hacer nada al respecto. Le propuso un paseo después de
la hora del té.
—Voy a algún lugar —dijo Joe.
—¿Dónde...? ¿Con la Mona Sarnosa? —preguntó el cabo. Pero la mente de Joe sólo
se llenó de más borrascas.
4.2) —¡Joe! —alzó la voz por tercera vez.
Joe se volvió y la miró, y, lentamente, una
sonrisa de mofa se dibujó en su rostro.
—¡Mona
Sarnosa! —respondió, en un tono que imitaba la llamada de ella.
Ella se puso blanca… como una muerta. Los
hombres creyeron que se desmayaría.
El
“nuts” que aparece en los fragmentos 3) y 4) fue traducido como “sarna” a
secas, manteniendo la misma implicitud de “mona sarnosa”:
3) Pero la señorita Stokes no dijo nada: tan sólo
le miraba fijamente con esos grandes ojos de un azul glacial. Él se sintió
cohibido, levantó la barbilla, siguió caminando con la cabeza erguida, silbando
a voleo. Así que recorrieron el camino gris, en silencio y desierto. Él estaba
silbando la melodía de una canción que rezaba: “Soy Gilbert, el canalla, el coronel de la sarna”.
4.1) Y Joe ya estaba tomando impulso para
saltar del vagón y obedecer a su señal cuando Albert le puso una mano en el
hombro.
—¡Un segundo, hijo! ¿A dónde te vas? El
trabajo es trabajo, y la sarna es sarna.
Te detienes aquí.
Lentamente, Joe se enderezó.
La
letra de la canción también se adaptó para que rimara, ya que, además, la
conexión entre “Gilbert”-”filbert” (por rima) y “filbert”-”nuts” (semántica) se
había perdido al traducir “nuts” como “sarna”. La rima con “canalla”-”sarna”,
aunque asonante, tiene su gracia y su ritmo.
5. CONCLUSIONES
Junto
con el Trabajo de Fin de Grado, las prácticas externas han supuesto uno de mis
dos grandes desafíos al final de cuatro o cinco (si contamos este curso
2016-2017 y mi única asignatura pendiente obligatoria) años de carrera
universitaria. Los dos relatos cuya traducción me fue asignada me han absorbido
por completo, transportándome a la campiña inglesa del siglo pasado y
presentándome a unos personajes que igualmente podrían haber sido personas de
carne y hueso.
Y
han sido las prácticas mi verdadera prueba de fuego en el aspecto práctico de
la traducción, ya que me han enseñado lo esencial acerca de mis propios puntos
fuertes y débiles y me han animado a poner toda la carne en el asador. La
traducción de “Monkey Nuts” como “Mona Sarnosa” (el juego de palabras, en
general), una decisión compleja pero sin dejar de ser acertada, ha supuesto un
hito en mi experiencia como traductora de juegos de palabras, aguzando aún más
esta destreza, por no hablar de las correcciones realizadas en mis traducciones
de tiempos verbales y mis elecciones de traducción para el pronombre “you” como
“tú/vosotros” o “usted/ustedes”.
En
resumen: si el TFG fue mi prueba de fuego de teoría como traductora, estos
cuentecillos lo han sido a la hora de la práctica. Hay mucho en común entre la
temática y los mensajes de Otelo
(sobre cuya ópera verdiana traducida al alemán versa mi Trabajo de Fin de
Grado) y los de estos dos relatos, separados unos tres siglos del Bardo, y, aún
así, es fácil ver en Albert y Joe a Yago y Rodrigo de verde caqui; ídem a
Maurice e Isabel como Otelo y Desdémona, siendo Bertie obviamente el homólogo
de Cassio. Los nombres y la vestimenta cambian, pero la esencia de los
personajes y de las relaciones entre ellos permanece. Podría decirse que mi TFG
y mis prácticas externas, o al menos los dos cuentos que he traducido por
completo, forman un díptico en cierto modo. Estas dos experiencias de fin de
grado conforman juntas el culmen de mi carrera universitaria y un punto de
inflexión en mi corta pero azarosa vida.
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