OTHELLO IN NUCE

La tragedia de Otelo

La obra que inspiró a Verdi y a Boito para crear una de las óperas más catárticas de la Historia fue escrita por William Shakespeare a principios del siglo XVII, y fue estrenada el día de Todos los Santos de 1604 en la corte real inglesa, en el palacio de Whitehall. La tragedia de Otelo gira en torno a temas tan relevantes aún hoy en día como la identidad (racial, sexual, de género, social), la traición, los celos y la fina línea entre el amor y el odio, por lo cual sigue siendo, hoy en día, una de las obras más populares del Bardo. La obra presenta una trama bastante sencilla, sin dejar de ser emocionante y llena de suspense, con elementos que recuerdan al actual género thriller (ambiente claustrofóbico, intrigas, emociones intensas…).
Otelo transcurre en una plaza fuerte en la isla de Chipre, en la frontera entre la república veneciana y el imperio otomano, durante un período de paz armada a finales del siglo XV. El personaje titular, el gobernador de la isla, es un veterano general morisco que ha alcanzado su elevada posición mediante sus hazañas en el campo de batalla, y que ha desposado a una dulce e inocente heredera, la joven noble Desdémona, rubia y de tez clara, a quien ama con una pasión arrebatadora y es correspondido. Sin embargo, la idílica relación entre los esposos no tardará en resquebrajarse.
Y el causante de ello será Yago, suboficial veterano y que ve cómo el joven e inexperto teniente Cassio, amigo de la infancia de Desdémona, se hace con el puesto de ayudante de Otelo que Yago, confidente y camarada del general, ve como suyo por derecho.
Resentido, Yago se hace con la ayuda de Rodrigo, un pretendiente despechado de la esposa del general, dándole vanas esperanzas de recuperar a su amada, convirtiéndole en esbirro suyo.
Esa misma tarde, estando Cassio de guardia, Yago y Rodrigo embriagan al joven teniente y le involucran en una reyerta, por lo cual su superior, Otelo mismo, despoja a Cassio de su puesto de oficial. Desesperado, el joven recibe el consejo de Yago de pedirle a Desdémona que interceda por él, lo cual le da al intrigante razones para intentar persuadir al gobernador que su esposa y el teniente son mucho más que amigos. Sin embargo, Otelo está convencido de la pureza y fidelidad de su Desdémona, y duda tanto de ella como de Yago, por lo cual le pide a este último pruebas del adulterio de su mujer. Será un pañuelo, primer regalo del general a la rubia dama, que ella ha perdido, que Yago consigue de manos de su esposa, y que él dejará en manos de Cassio, lo que desencadene la tragedia: el otrora confiado y altivo general se vuelve un monstruo furioso, que insulta y maltrata a su consorte, a quien ha dejado de amar y ahora desprecia con toda su alma, a la par que nombra a Yago su brazo derecho y le da un plazo de tres días para matar a Cassio. Los dos hacen un juramento de vengar tan infame afrenta.
Al final, en un acceso de furia y de celos, Otelo estrangula o asfixia a su esposa en la cama, mientras Yago le tiende una emboscada a Cassio, de la cual el joven teniente se salva, perdiendo una pierna, pero es dado por muerto. Desdémona muere a manos de su esposo, a quien aún ama y en quien aún confía, defendiendo su inocencia y su fidelidad. Será Emilia, la mujer del intrigante, quien revele toda la verdad sobre las traiciones de Yago, muriendo asesinada por su marido, pero no sin antes revelar al general y al teniente toda la verdad. Desesperado, al ver que ha dado muerte a su amada en vano, y que ella nunca le traicionó, habiendo sido él mismo quien confiaba en la persona equivocada, Otelo hace arrestar a Yago, perdona a Cassio (ahora su sucesor como gobernador) y, deshecho en lágrimas, se hiere con su propia espada, y expira besando los fríos labios de su amada esposa.

Sandra Elena Dermark Bufí (aka una servidora)