lunes, 7 de octubre de 2024

AQUARELA / ACUARELA

 Aquarela, Toquinho VS Acuarela, Seguridad Social


Aquarela, Toquinho

Numa folha qualquer
Eu desenho um Sol amarelo
E, com cinco ou seis retas
É fácil fazer um castelo

Corro o lápis em torno da mão
E me dou uma luva
E, se faço chover, com dois riscos
Tenho um guarda-chuva

Se um pinguinho de tinta
Cai num pedacinho azul do papel
Num instante, imagino
Uma linda gaivota a voar no céu

Vai voando, contornando
A imensa curva norte-sul
Vou com ela viajando
Havaí, Pequim ou Istambul

Pinto um barco à vela
Branco navegando
É tanto céu e mar
Num beijo azul

Entre as nuvens vem surgindo
Um lindo avião rosa e grená
Tudo em volta colorindo
Com suas luzes a piscar

Basta imaginar, e ele está partindo
Sereno e lindo
E, se a gente quiser
Ele vai pousar

Numa folha qualquer
Eu desenho um navio de partida
Com alguns bons amigos
Bebendo, de bem com a vida

De uma América a outra
Eu consigo passar num segundo
Giro um simples compasso
E, num círculo, eu faço o mundo

Um menino caminha
E caminhando chega no muro
E ali logo em frente
A esperar pela gente, o futuro está

E o futuro é uma astronave
Que tentamos pilotar
Não tem tempo, nem piedade
Nem tem hora de chegar

Sem pedir licença
Muda nossa vida
E depois, convida
A rir ou chorar

Nessa estrada, não nos cabe
Conhecer ou ver o que virá
O fim dela, ninguém sabe
Bem ao certo onde vai dar

Vamos todos
Numa linda passarela
De uma aquarela que, um dia, enfim
Descolorirá

Numa folha qualquer
Eu desenho um Sol amarelo (que descolorirá)
E, com cinco ou seis retas
É fácil fazer um castelo (que descolorirá)

Giro um simples compasso
E, num círculo, eu faço o mundo (que descolorirá)

Acuarela, Seguridad Social 

En los mapas del cielo
El Sol siempre es amarillo
Y la lluvia y las nubes
No pueden velar tanto brillo

Ni los árboles nunca
Podrán ocultar el camino
De su luz hacia el bosque profundo
De nuestro destino

Esa hierba tan verde
Se ve como un manto lejano
Que no puede escapar
Que se puede alcanzar con solo volar

Siete mares he surcado
Siete mares color azul
Yo soy nave, voy navegando
Y mi vela eres tú

Bajo el agua
Veo peces de colores
Van donde quieren
No los mandas tú

Por el cielo va cruzando
Por el cielo color azul
Un avión que vuela alto
Diez mil metros de altitud

Desde tierra lo saludan con la mano
Se va alejando
No sé dónde va
No sé dónde va

Sobre un tramo de vía
Cruzando un paisaje de ensueño
En un tren que me lleva de nuevo
A ser muy pequeño

De una América a otra
Tan solo es cuestión de un segundo
Basta con desearlo
Y podrás recorrer todo el mundo

Un muchacho que trepa
Que trepa a lo alto de un muro
Si se siente seguro
Verá su futuro con claridad

Y el futuro es una nave
Que por el tiempo volará
A Saturno, después de Marte
Nadie sabe dónde llegará

Si le ves venir, si te trae amores
No te los roben sin apurar
Aprovecha los mejores
Que después no volverán

La esperanza jamás se pierde
Los malos tiempos pasarán
Piensa que el futuro es una acuarela
Y tu vida un lienzo que colorear (que colorear)

En los mapas del cielo
El Sol siempre es amarillo
Tú lo pintarás
Y la lluvia y las nubes
No pueden velar tanto brillo
Tú lo pintarás
Basta con desearlo y podrás
Recorrer todo el mundo
Tú lo pintarás
Tú lo lograrás

TRENZA TU TRISTEZA

 «Trenzaré mi tristeza»


Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas. Que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa. Y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. 


Cuando te sientas triste, niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.

Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. 


Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza.

Y mañana que despiertes con el canto del gorrión, la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.

miércoles, 2 de octubre de 2024

TSQ-IV: Sonia Leong, Telling Tales (Sweatdrop Studios)

 Found in the manga anthology Telling Tales, by Sweatdrop Studios.

The author, Sonia Leong, has also done a Japanese Romeo and Juliet for Manga Shakespeare (westernized Montagues and traditionally Japanese Capulets).
This version's Princess is the usual Brainy Brunette with pince-nez glasses, Smart People Wear Glasses (reminiscent of Miss Clara's Damoiselle, here), inspired by Sonia Leong herself.

Miss Clara's illustration of the damsel (la Damoiselle) in Marie Diaz's retelling.
The author made her a daughter of the landed gentry because she dislikes the baroque / rococo style.
She appears poised and mature, learned on account of the books, globe, and pince-nez spectacles,
and dark-haired to appear mature as well. A truly beautiful figurine in an equally beautiful diorama.

The Prince is equally good-looking, with bobbed (cut to the jawline) dirty blond hair.
When the characters and subplot are introduced in narration, this is told in silhouettes, à la Utena.
The mention in the Seventh Story that they are going through foreign lands on honeymoon is suppressed.
 

THE PRINCE AND THE PRINCESS


Our princess is uncommonly clever. She has been looking for a man who could stand up to her intellect.
Many men flocked to the palace, but when they stood before her, all words flew out of their heads.
One day, a young man with neither horse nor carriage strode into the throne room. 
His eyes sparkled ..., and his hair was long and handsome, but his clothes were poor.
He spoke well, not wishing to court the princess, but to exchange wisdom.
This she liked, and she liked him.
GERDA: Please take me there!
HUGIN: I know of a secret passage. You can sneak in at night.


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PRINCESS: Hmm, what's going on?
GERDA EXPLAINED. THE PRINCE AND THE PRINCESS DECIDED TO HELP HER.
THEY GAVE HER A HORSE AND CARRIAGE TO SEARCH FOR KAI.


THE LITTLE ROBBER GIRL
ROBBERS: What have we here?
ROBBERS: How plump and tender she looks!
TUULIKKI: NO! She shall play...
TUULIKKI: ...with ME!
TUULIKKI: I'll ride in the carriage.


TUULIKKI: ...with ME!
TUULIKKI: I'll ride in the carriage.
TUULIKKI: They shan't kill you unless I get angry with you.
TUULIKKI: I think you must be a princess.
GERDA: No, I'm not...
GERDA TOLD THE ROBBER GIRL HER STORY...
AND HOW MUCH SHE CARED FOR LITTLE KAI.
TUULIKKI: Even if I get angry with you, they shan't kill you.
TUULIKKI: I will do it myself.



VI NAGELFAR: A TRAGIC INCIDENT FROM THE PAST

 In my OCs story of the Pokémon universe, Henry Kidd Jr. had another partner in Team Rocket before Sundance Tawhare. Her name was Wilma "Billie" Hammer and she was from Motostoke... her parents were groupies for Amöongüss Cült, so she grew up with Keith Storm, the lead singer, his Obstagoon, and the rest of the metal band  as honourary uncles. Billie was an Eight in the Enneagram, a green-haired (with magenta highlights) girl and a no-nonsense person. She and Kidd caught on like a house on fire, and Kidd, though he prefers classical music to metal, always got free VIP passes to Amöongüss Cült concerts. Billie had a pet Nickit called Nick and she usually wore a pentacle around her neck. For a while it seemed even that Billie and Kidd were about to become fiancés, even though they got one another cross now and again. Moreover, Billie often talked about defecting and following her own heart...

However, Billie got inside a burning warehouse on the outskirts of her hometown of Motostoke to save some Pokémon from the fire and perished due to the third-degree burns on her skin. Kidd was devastated. Nick died a few weeks later, starving himself on his owner's grave, and Amöongüss Cült went on a two-year hiatus mourning the girl who often danced on their stage. For the four years that ensued, Kidd went solo even though Team Rocket policy mandates that every agent have a partner. Then, one afternoon in downtown Wyndon, he came across a certain dark-skinned red-headed six-foot-tall Crown Tundran girl in search of opportunity... Kidd had the sense to talk to Sundance about Billie when they both defected from Team Rocket, and now, even though the two of them are only friends, the knowledge of the trauma makes both of them admire such a shero.

martes, 24 de septiembre de 2024

EL NOMBRE DE LAS COSAS

Para muchos objetos y fenómenos de la vida real, existe un término para designarlos y no andar con circunloquios.

Por ejemplo, el mismo

Circunloquio (de “circum”, en torno, y “loquor”, hablar): usar más palabras de lo necesario. Polonio, el futuro suegro de Hamlet, dice que “la brevedad es el alma del ingenio”; nuestro Quevedo, que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”; y el refranero castellano, que “a buen entendedor, pocas palabras bastan”.

Lúnula (lunita en latín): esa parte inferior de las uñas, más clara (casi blanca) y en forma de luna

Úvula (uvita en latín): la campanilla de la garganta, ese músculo que cuelga encima de la entrada a la tráquea, y se parece un poco a una uva colgando del peciolo

Peciolo: el tallo pequeño que une la fruta a la rama

Élitros: las alas externas o “escudos” para las frágiles alas internas de los coleópteros (escarabajos, cucarachas y mariquitas).

Fárfara: la pielecita blanca translúcida que tienen los huevos de ave entre la clara y la cáscara

Giste: espuma de cerveza

Recazo: el lado de la hoja de un cuchillo y otras armas blancas opuesto al filo (si dichas armas blancas NO son de doble filo)

Tahalí: cinturón para llevar una espada u otra arma blanca. También cintura para llevar en bandolera una guitarra u otro instrumento de cuerda.

Tenesmo rectal: cuando quieres hacer de vientre pero a tu recto le cuesta expulsar las heces

Camino del deseo: sendero o surco que se forma en la hierba a causa de la erosión de pies humanos y/o pezuñas de herbívoros

Fosfenos: destellos que puedes ver en el interior de tus párpados si cierras los ojos con fuerza y/o te los frotas

Sombra de las cinco: el incipiente vello facial que les sale a los varones tras afeitarse por la mañana, a las cinco de la tarde del mismo día

Herrete: la punta reforzada (con metal, plástico o cinta adhesiva) de los cordones de zapatos. La serie Phineas y Ferb tiene un episodio que gira en torno a este término.

Ginecomastia (del griego “gyné”, mujer, y “mastia”, tetas o senos): “tetas masculinas”. Pectorales masculinos humanos con tanta grasa que parecen senos femeninos.

Onicofagia: el hábito de morderse y de comerse las uñas

Bezoar: material no digerido cristalizado que se halla en el tracto digestivo de humanos y de rumiantes.

Disania: estado de ánimo en el que resulta pesado y/o difícil levantarse por la mañana

Momento teniente / pomporruta imperial / soramimi: mala interpretación de palabras en la letra de canciones. Se llama “momento teniente” en general, “pomporruta imperial” (de la mala interpretación de “voy por rutas imperiales” como “pomporrutas imperiales”) si es monolingüe (p. ej. Café Quijano, “Tequila”, “dos besos le pego con mucha fe” como “con sesos de mero, con mucha fe”) y “soramimi” (del japonés) si es bilingüe (p. ej. Christopher Cross, “All Right”, “All right, think we’re gonna make it” como “All right, pingüino Rodríguez”).

Petricor: ese olor inconfundible a lluvia o a después de llover

Pie de Morton / pie griego: cuando el índice de los pies es más largo que el pulgar de los pies. Los términos “pie de Morton” y “pie griego” son sinónimos.

Vagitus / vagido: el llanto de los bebés

Adefesio (de “Epistola ad Ephesios”, latín para “Carta a los Efesios” del Nuevo Testamento): persona o cosa extravagante hasta el punto de resultar ridícula

Galimatías (de “katá Matthaion”, griego para “[Evangelio] según Mateo” del Nuevo Testamento, que empieza con un árbol genealógico muy largo y enrevesado): habla muy enrevesada, enredada, confusa, incomprensible.

Archipámpano: persona que ejerce una dignidad imaginaria, que se cree muy importante

Zoilo: crítico cáustico

Pichinglis: lengua franca de base inglesa.

Patarata: Cosa ridícula, despreciable

Filtrum: el surco entre el labio superior y la nariz.

Diastema: separación entre los incisivos delanteros (para los franceses, trae buena suerte).

Chisguete: sorbo o trago de vino

Chisguetear: tomar vino a chisguetes

Crencha: la raya del pelo, que te haces al peinarte

Dipsomanía: sinónimo de alcoholismo

Pimplar: tomar alcohol en excesivas cantidades. Sinónimo de privar.

Cuesco: ventosidad emitida por el ano. También hueso o carozo de las drupas

Drupa: fruta de hueso, como melocotones, ciruelas, cerezas, albaricoques… Por lo general, fruta del género Prunus.

Rayos crepusculares: los rayos del Sol cuando anochece

Fumet: caldo de pescado y/o marisco.

Morralla: pescado pequeño y de escaso valor, que sólo sirve para hacer fumet. También gente de escaso valor y despreciable, sinónimo de chusma y de gentuza.

Turma: sinónimo de testículo (más culto que “huevo” o “pelota”).

Vesania (no confundir con la “disania” antes mencionada): estado emocional de gran ira o furia.

Jeme: unidad de medida compuesta por la distancia entre los dedos índice y pulgar de la mano.

Turnomático: dispensador de números para esperar en la cola (p. ej. en supermercados o salas de espera).

Telson: la cola de los crustáceos (p. ej. la cola de las gambas o la de la langosta marina)

Thagomizer: la punta de la cola, con púas, de los estegosaurios

Borborigmo: los borboteos abdominales (No son señal de hambre como las películas nos hacen creer, sino simplemente borboteos de gases ingeridos y/o producidos en el tracto digestivo).

Cadejo: un enredo en el pelo

Chapaleteo: sonido de la lluvia al caer (sobre los cristales, el suelo, el tejado…)

Cascarria: barro que se pega a los bajos de los pantalones largos y de las faldas largas (con frecuencia, los días de lluvia).

Castañeta: acción de chasquear los dedos

Clavillo: pasador que hace de eje en las tijeras y en los abanicos

Cacimba: un hoyo en las rocas donde se deposita el agua de lluvia (no tiene nada que ver con la cachimba, esa pipa oriental retorcida que fuma la Oruga Azul del País de las Maravillas)

Borbolla: burbuja que sale en un charco de agua al caer una gota de lluvia

Mawashi: esa especie de pañal que llevan los luchadores de sumo

Izakaya: taberna japonesa o restaurante japonés

Tsundoku: pila de libros uno sobre otro, forma de ponerlos cuando no queda espacio en la estantería

Estepicursor (de “estepa” y del latín “cursor”, corredor): esa planta seca y esférica que vemos rodar por el desierto en las películas del salvaje oeste.

Zorongo: ese pañuelo que llevan los maños (aragoneses con traje tradicional) en la cabeza a modo de bandana (en plan pirata).

Guedeja: melena del león macho

Baza: las cartas o naipes que se quedan sin repartir, tras repartir las cartas entre los jugadores.

Boquerel: la “pistola” de un surtidor de gasolina. Nada que ver con Henri Becquerel.

Zupia: las gotas de vino que quedan en el fondo de la copa tras apurarla

Escabel: reposapiés (especialmente los de las iglesias).

Probóscide: trompa de elefante, de mosquito o de mariposa

Pabilo: la mecha de las velas de cera

Acerico: sinónimo de alfiletero

Chirlo: cicatriz en la mejilla

Maca: mancha en una manzana o pera donde se ha dado un golpe (es como si la fruta tuviera un cardenal).

Luquete: el limón (u otro cítrico) que se introduce en las bebidas refrescantes

Escrupulillo: la bolita que hay dentro de un cascabel

Carúncula: “moco” del guajolote o pavo americano macho (Meleagris gallopavo), así como las protuberancias rojas que tienen debajo del pico gallos y gallinas

Orinque: cuerda que va desde el ancla fondeada hasta la boya.

Canana: cinturón de cartucheras

Desbullador: tenedor para ostras

Huélliga: huella fresca del pie sobre arena, nieve, cemento fresco, barro…

Acúfeno: pitido o silbido que escuchamos dentro de nuestros oídos y que no pertenece al mundo exterior

Cardumen: banco de peces

Espiráculo: respiradero de los cetáceos, situado encima de sus cabezas

Prónuba: madrina de bodas

Pareidolia (del griego “para”, más allá o al lado, y “eidolon”, imagen): el fenómeno que nos permite ver imágenes donde no las hay (rostros en enchufes, el rostro de la Virgen en un pancake, el Conejo de la Luna, todas las constelaciones…). Es el análogo visual al momento teniente.

Cayado: bastón de los pastores. También el mismo bastón, pero más dorado y recargado, que emplean los prelados (arzobispos, obispos, cardenales). En valenciano y catalán, “gaiato”, de allí las “gaiatas” castellonenses.

Uxoricidio (del latín “uxor”, esposa, y “occido”, matar): asesinato de una mujer casada por su cónyuge.

Cerúleo: azul celeste

Trechear: transportar un objeto pesado haciendo altos para descansar, “de trecho en trecho”.

Bigornia (del latín “bicornis”, bicorne o con dos cuernos): yunque con dos cuernos, uno en cada lado (Nada que ver con el bicornio de los oficiales napoleónicos, aunque compartan la misma etimología).

Perineo: parte del suelo pélvico ubicada entre los genitales y el ano

Garabato: gancho, en especial el empleado para colgar carnes del techo

Pihuela: cadenas para sujetar a los prisioneros. También cadenas, de menor tamaño, con las que se sujetan las patas de las rapaces en cetrería

Zarcillo: esos tallos en espiral (como en sacacorchos) que tienen las parras de uvas y otras plantas trepadoras

Escusón: la “cruz” de las monedas (cara opuesta a la que muestra el retrato del jefe de Estado) si tiene un escudo de armas (por ejemplo, en las antiguas pesetas españolas o en las coronas suecas).

Lanugo: el vello aterciopelado de los bebés

Vedija: enredo en el pelo. Sinónimo de cadejo.

Adiar (de “día”): fijar la fecha de un evento

Escamondar: quitar lo superfluo, por ejemplo podar un arbusto o un árbol

Conticinio: esas horas de la noche en que no se oye ni un sonido (con notadas excepciones, p. ej. una ambulancia o el ulular de un búho)

Estrígida: rapaz nocturna de la familia a la que pertenecen búhos, lechuzas, mochuelos, cárabos…

Óbito: sinónimo de muerte (nada que ver con Obito Uchiha).

Résped: la lengua bífida de las serpientes y de los lagartos

Gulusmear: ir probando todo lo que se está cocinando, para juzgar el sabor, el punto de sal y de especias…

Espantagustos: sinónimo de aguafiestas

Lechuguino: chico joven o adolescente que va a la moda, muy arreglado

Petimetre (del francés “petit maître”, pequeño maestro) / pisaverde: un lechuguino adulto

Ñáñara: sinónimo de pereza. Relacionada con la disania.

Asueto: un día laboral que uno se toma libre

Moscoso: sinónimo de asueto (por el político Javier Moscoso)

Saltatriz: mujer saltarina, danzarina y/o acróbata

Efélide: sinónimo de peca en la cara

Intonso: sinónimo de estúpido


sábado, 10 de agosto de 2024

NOSTALGIA CON SABOR A HELADO

 Ahora que llega agosto y aprieta el caloret, es temporada de helados. ¿Qué mejor que tomar mientras se ven las Perseidas de noche o mientras te secas junto a la piscina? Hoy en día el Magnum Euphoria está en el ajo, con su maridaje de frambuesa, limón y chocolate blanco... pero en los noventa hubo sabores y formas de helado, en particular de Frigo, que muchos millennials recordamos.

Nunca llegué a probar el Frigurón pero me decían que sabía a piña tropical, como el Sugus azul. ¿Quién de vosotros ha probado o visto al menos una piña azul? Este helado llegó de Italia en los ochenta a nuestro país de Sagitario y se fue tan rápido como llegó, a mediados de los noventa, cuando yo hacía preescolar.

Los Solero Shots sí que los recuerdo de todo corazón. Un tarro de plástico que contiene diminutos balines de calippo (por lo general, de lima-limón), y que se toman a chorro como si se bebieran, eso quita la sed y el sofoco que alucinas. Era, en mi opinión, el helado más refrescante de todos.

El Taco Winner se merece un Nobel de los Helados, si es que tal premio existiera. Era un taco de barquillo que estaba lleno de helado de crema con dulce de leche y recubierto de chocolate con cacahuetes. Muy original la publicidad también: un chico en el parque, comiendo un Taco Winner, se transforma en oso polar. Por suerte, esto no sucedía a los consumidores en la vida real.

Procedentes de Australia, los 7 Pecados de Magnum llenaron kioscos y heladerías de Europa el verano de 2003. Antes de ello, Streets (la empresa hermana australiana de Frigo) había soltado una línea de Magnum con temática psicodélica (años sesenta/setenta) con sabores como Cherry Guevara, John Lemmon y, obviamente, un sabor dedicado al alunizaje. La promoción de los 7 Pecados, lanzada en Australia en 2002 (su invierno es nuestro verano) y en Europa el año siguiente, encontró mucha polémica por parte de la Iglesia Católica pero también marcó la juventud de los millennials europeos. El Magnum Soberbia, número uno en Australia, era una versallesca mezcla de champán y perlitas de plata en la cobertura. El Envidia, de pistacho, verde tenía que ser. El Venganza (la ira era algo demasiado suave como para hacer de pecado), de cobertura de chocolate negro luto, relleno de coulis de frutos rojos como la sangre. El Gula, de tres chocolates, era la pesadilla de cualquier persona ortoréxica. Pero el más delicioso en mi opinión era el Lujuria, con cobertura de chocolate rosa con sabor a fresa. Ya eso me parecía innovador y exquisito (ignoraba entonces que las fresas son afrodisiacas), y yo de niña sabía lo que eran seis de los siete pecados y cada vez que les preguntaba a los mayores "¿qué es la lujuria?" me decían "Sandra, eres demasiado joven..." La primera vez que fuimos al kiosco de la esquina (lavandería en la actualidad) para comprarlo, cuando la kiosquera dijo "Vale, un Lujuria..." la abuela materna muy beata que me acompañaba puso el grito en el cielo. Pude tomarme el Magnum Lujuria pero seguía con la mosca detrás de la oreja. Y esta era la misma abuela que había también puesto el grito en el cielo cuando fuimos al Museo y vi el gran cuadro del Prendimiento donde Judas Iscariote parecía besar a Cristo en la boca y pregunté "¿pero, Judas Iscariote era gay?" (Series de anime de chicas mágicas como Sailor Moon o Cardcaptor Sakura me habían acostumbrado a las sexualidades alternativas de pequeña).

viernes, 9 de agosto de 2024

DOT BY DOT, THE STORY'S PLOT...

 



In the heart of a quaint village nestled between rolling hills and whispering forests, there lived a little cat named Luna. Her fur, a soft tapestry of grey and white, glistened like moonlight against the cobblestone streets. Luna was no ordinary cat; she was a curious explorer, a gentle comforter, and a silent observer of the village’s many tales.

Dot by dot, the story’s plot, Luna's life in mystery caught. Luna’s favorite spot was the attic of an old, ivy-covered cottage at the village's edge. From her high perch, she watched the ebb and flow of village life – the bustling market, the laughter of children, the daily routines that wove the fabric of this close-knit community. Her green eyes, sparkling with curiosity, missed nothing. She was a silent guardian, a fluffy sentinel of secrets and dreams. Dot by dot, the story’s plot, Luna's eyes saw quite a lot. One crisp autumn day, as golden leaves fluttered to the ground, Luna noticed a new family moving into the cottage next door. Among them was a little girl named Clara, who wore a perpetual expression of wistful sadness. Clara had recently moved to the village after her parents' separation, and the transition had left her feeling lonely and out of place. Dot by dot, the story’s plot, Luna sensed the sadness brought. Luna, with her innate sense of empathy, felt drawn to Clara. One evening, as Clara sat on her new porch, eyes filled with tears, Luna approached her. She rubbed her soft fur against Clara's legs, purring softly. Clara, surprised but comforted, gently picked Luna up and held her close. In that moment, a bond was formed, a connection that neither of them fully understood but both deeply needed. Dot by dot, the story’s plot, Luna comfort Clara sought. Each day after school, Clara would search for Luna. They explored the village together, Luna leading the way with her graceful strides, Clara following with newfound curiosity. They discovered hidden nooks, secret gardens, and sunny spots perfect for daydreaming. Through Luna’s companionship, Clara began to see the village in a new light, her sadness slowly replaced by wonder and joy. Dot by dot, the story’s plot, Clara’s heart with joy was caught. One rainy afternoon, as Clara and Luna sat by the attic window watching the raindrops race down the glass, Clara confided in Luna her deepest fears and dreams. Luna, with her wise green eyes, seemed to understand. She nuzzled Clara, offering silent support. Clara felt heard and understood in a way she hadn’t before, her words a soothing balm to her troubled heart. Dot by dot, the story’s plot, Luna heard what Clara thought. As months passed, Clara’s confidence grew. She made friends at school, became involved in the village's activities, and even started writing stories inspired by her adventures with Luna. Her favorite tale was about a little cat who brought light into a lonely girl's life, a story that mirrored her own journey. Dot by dot, the story’s plot, Clara’s tales with magic brought. Luna, ever the observer, watched with pride as Clara blossomed. She knew her role in the village was special, not just as a companion to Clara, but as a gentle presence that touched many lives. The villagers often saw Luna as a symbol of hope and comfort, her soft purrs and gentle nudges a reminder of the simple joys in life. Dot by dot, the story’s plot, Luna’s presence dearly sought. The tale of Luna and Clara spread through the village, inspiring others to see the magic in everyday moments and the healing power of companionship. It reminded everyone that even the smallest creature could make a significant impact on someone's life. In the heart of the village, where stories intertwined like the branches of ancient trees, Luna’s legacy lived on. Dot by dot, the story’s plot, their legacy shall be forgot not. In the end, Luna continued her gentle patrols through the village, a small but mighty guardian of hearts and dreams. Her story, intertwined with Clara’s, was a testament to the enduring bond between humans and animals. It reminded all who heard it that in the grand tapestry of life, each thread, each note, each dot, plays a vital part in the story we weave. Dot by dot, the story’s plot, Luna’s love will never be forgot.