viernes, 27 de diciembre de 2019

HISTORIA CUARTA. EL PRÍNCIPE Y LA PRINCESA.

He aquí la traducción más antigua del cuarto episodio de La Reina de las Nieves (LRldN4 - TSQ4) que se ha hecho al castellano.


LAS HADAS Y SUS HECHIZOS.
CUENTOS ALEMANES POR HANS CHRISTIAN ANDERSEN.

CUENTO OCTAVO, DIVIDIDO EN VARIAS HISTORIAS.


(PUBLICADA EN LA PRENSA ESPAÑOLA EN OTOÑO DE 1860 - TRADUCTOR DESCONOCIDO, DE UNA VERSIÓN ALEMANA)


LA REINA DE LA NIEVE.

HISTORIA CUARTA.

EL PRÍNCIPE Y LA PRINCESA.



Escucha, y juzga por tí. En el reino
en que estamos, y no muy distante de estos sitios vive una
princesa de mucho talento, que ha leído y olvidado cuanto
escriben los periódicos de todo el mundo, ¡tan sabia es!
Hace algún tiempo, hallándose sentada en su trono—lo
cual, según dicen, no es cosa siempre desnuda de sinsabo-
res,—y sintiéndose muy triste, principió á cantar aquella
canción que dice:

Mas, ¿por qué no me caso?

De repente interrumpiendo el canto dijo para sí: «en
efecto, ¿por qué no me he de casar?» Dicho y hecho, re-
solvió casarse cuanto antes; pero no quería hacerlo sino con
un hombre que supiese contestar cuando se le hablase, y no
con un estafermo que estuviese allá en su corte, como mos-
trador de tienda, acicalado y bien puesto, sin decir esta
boca es mía; porque esto le habría de ser a ella muy fasti-
dioso. No tardaron los diarios del país en publicar una her-
mosa litografía, en que habla pintado un corazón que echaba
llamas, y tenia debajo las iniciales de la princesa. Al pie de
la litografía había un anuncio, en que se convidaba a todos
los jóvenes de buena apariencia, y que no fuesen tontos, a
pasar al palacio, en donde serian todos indistintamente
bien acogidos, y uno de ellos en particular, el que mejor
hablase, electo para esposo de la princesa. Apenas se hubo
publicado el anuncio, cuando comenzaron a llover de todas
partes mozos bien parecidos, que como en enjambres acu-
dían presurosos al palacio, aspirando al honor del princi-
pado y a la mano de la hermosa señora. Durante los dos pri-
meros días se presentaron a millares; pero por mas que
todos ellos hablaban mucho, antes de entrar en la corte,
apenas se encontraban en el salón de recibo, y sobre todo
en presencia de la princesa, se callaban como mudos,o
cuando más, tartamudeaban una necedad. Muchos de ellos
no hacían mas que repetir la ultima palabra de cada perío-
do que decía la princesa, lo cual no era para esta señora
cosa muy agradable. No parecía sino que cuantos allí en-
traban habían tomado un narcótico, cuya soporífera virtud
les enmudecía hasta que volvían a salir de palacio. La prin-
cesa iba ya perdiendo toda esperanza de dar con lo que bus-
caba. Pero al tercer día, entre la turbamulta de jóvenes es-
túpidos y presuntuosos que asaltaban el pórtico y las esca-
leras del palacio se presentó un muchacho de porte galán,
despejado y vivaracho, con unos ojos que despedían cente-
llas. Venía a pie y estaba pobremente vestido.

... Cuanto ... he contado me ha sido referido por ..., mi enamorada, la cual vive siempre en las cerca-
nías del palacio, a cuyas ventanas se asoma a todas horas
por verlo que anda por allá dentro. Ella es la que me ha
dicho que cuando aquel mocito llegó y vio tantos corte-
sanos reunidos a la entrada del palacio, sin amedrentarse
lo mas mínimo manifestó que estaba cansado y que no que-
ría esperarse en las escaleras; por lo cual sin más rodeos se
coló en los salones, y llegó al punto hasta donde se hallaba
la princesa sentada en un trono hecho de una sola concha
de perla. Al lado de la princesa estaban todas sus donce-
llas, y las doncellas de sus doncellas, y todos sus cortesanos
y los cortesanos de sus cortesanos, cada uno de los cuales
llevaba un paje que estaba de pie detrás de él. Y a pesar de
esto el muchacho no tembló; que no fue poco; pues con di-
ficultad podía uno atreverse a mirar cara a cara a uno de
los pajes de los cortesanos; tan erguidos andaban y ufanos
del rico traje que llevaban y, de la alta jerarquía que, como
criados de tan altos personajes, les era concedida.
—¡Esto debe ser espantoso!—,...; ¿pero
al fin obtuvo la mano de la princesa?
—También yo hubiera podido obtenerla, si no hubiese
estado comprometido con otros amores; pues me dice mi
querida, que aun hablo yo mejor cuando le digo galanteos
de lo que habló el muchacho a la princesa, aunque habló
mucho y bien. No había ido allá con intención de enamo-
rarla, sino por mera curiosidad; mas como donde menos se
piensa salta la liebre, él y ella quedaron prendados uno de
otro.
¿... lleván-
do... hasta dentro del palacio,  ...?
—Cosa es esta mas fácil de decir que de hacer. No obs-
tante, yo iré a ver a mi ... que es de buen consejo, y
por complacerme hará todo cuanto buenamente pueda ha-
cerse. Espéra... aquí que pronto vuelvo.
Era ya noche cuando ... regresó y dijo:—Mi ena-
morada ... saluda y ... manda esta llave que se ha podido
procurar. Con ella abrirás una puerta escusada, que condu-
ce a los aposentos interiores de la princesa. Además, ...
manda este pedazo de pan y queso, que cogió de la cocina
en un momento en que unos lacayos estaban diciendo re-
quiebros a la cocinera. Come este poco de cena; ..., y luego ven conmigo; yo ... guiaré hasta
los jardines del palacio.
... cenó, y ambos emprendieron su viaje.
Pronto llegaron a una de la puertas del palacio que da-
ba al jardín.
—... Ven conmigo; que yo haré que veas a
ese mozo que deseas conocer. Toma esta lámpara y sígue-
me, que yo ... guiaré.
—Parece que alguien viene detrás de nosotros—...
—No temas. No son sino ensueños que vienen a traer
pensamientos de caza a la mente de los príncipes. Todas
esas imágenes de caballos y galgos, que corren veloces;
todo ese séquito de damas y caballeros armados de lanzas y
arpones tendrán todavía mas ocupada la fantasía del prín-
cipe y de la princesa, y su sueño será más profundo. Así
podrás observarles con mas seguridad.
Llegaron en esto a una sala adornada con colgaduras de
damasco amarillo y bordados de oro. Pasaron a otra, no me-
nos brillante, y a otra luego, y así de sala en sala, todas
magníficamente adornadas, llegaron al aposento en donde
dormían los príncipes, y al cual habían ya llegado de an-
temano los ensueños que ... había visto al entrar en el
palacio.
Era el techo de una hoja de palma engastada con otras
hojas del más precioso cristal. En medio del aposento había
dos ricas camas, sobre las cuales colgaba un holgado pa-
bellón de tela de oro recamado de plata. La en que dormía
la princesa era blanca. La otra encarnada. A esta ... Apartó las
colgaduras encarnadas y descubrió una cabeza, de tez tri-
gueña.
...—los ensue-
ños que andaban a caballo por encima de la cama se aleja-
ron al brillo de la luz,—el hombre se despertó; volvió la
cabeza; ...
La princesa se despertó también; asomó la cabeza por
entre las colgaduras blancas; preguntó qué había ocurrido
...
Los príncipes oyeron con sumo interés la conmovedora
relación .... Se compadecieron de ...; trataron de
consolar... y alabaron la bondad de....
Abrieron la ventana para que entrase ... que andaba
por el jardín, y cuando hubo entrado, la princesa se dirigió
a aquella fiel pareja de enamorados y les dijo:
—¿Queréis que os deje vuestra libertad, o preferís ser
... de la corte con derecho a todos los residuos de las
cocinas del palacio?
Los dos ... hicieron una reverencia y suplicaron
a la princesa que les permitiese aceptar el honor de ...
de la corte; pues no siempre habrían de ser jóvenes y pen-
saban que les convenía tener seguro un sueldo fijo para la
vejez. Así les fué concedido.
El principe se levantó de la cama e hizo traer una es-.
pléndida colación para ....
Esta se acostó en un sofá del mismo aposento y tan
pronto se quedó dormida. Volvieron los ensueños a recorrer
todo el cuarto en diversas y variadas formas, ....
Los príncipes hicieron vestir a su inocente huésped un
rico traje de seda y le ofrecieron guardarla en el palacio;
pero ... solo pidió que ... habilitasen con todo lo necesario
para ir en busca ....
En efecto, los príncipes le dieron bolas forradas de pie-
les y un manguito. ... abriga-
ron bien y ... llevaron hasta la
puerta del palacio en donde en-
contró preparado un coche todo
de oro con su cochero y lacayos,
quienes llevaban coronas dora-
das en la cabeza. Los príncipes
mismos le dieron la mano para
subir... al carruaje, y ...,
que ya se había casado con su
enamorada tan pronto como fué
empleado de la corte, ... acom-
pañó por espacio de unas tres
millas, sentado en el pescante
con el cochero, pues creyó que
no debía ya rebajar su dignidad
yendo detrás del carruaje como
lacayo. ... se mantuvo
de pié en la portezuela del co-
che ; pero tuvo que volverse
muy pronto, pues padecía de
fuertes dolores de cabeza desde
que gozaba de sueldo fijo.
El coche, bien provisto de
manjares y dulces y bizcochos,
echó a rodar con la velocidad
del viento.



HISTORIA QUINTA.
LA LADRONZUELA.
Pasaba el coche a través de
una densa selva; pero alumbraba
el camino por donde atravesaba,
tal era el brillo que despedía.
—¡Es de oro! ¡Todo de oro!—
gritaron unos ladrones saliendo
precipitadamente de su madri-
guera: y corriendo hacia el car-
ruaje detuvieron a los caballos
y mataron al cochero y a los
lacayos.
...
La ladronzuela se empeñó en seguida en que había de dar un paseo en coche. Y no hubo más sino satisfacer su capricho. Llevóse consigo ....
...
En esto paró el coche y entraron en el patio de un castillo medio arruinado, lleno de grietas y rendijas en todas las paredes, desde el suelo hasta el tejado. De agujero en agujero volaban los cuervos y las cornejas, y en el suelo había tendidos y en continuo movimiento muchos perros de presa de monstruoso tamaño, aunque no ladraban porque no les era permitido. 
En una sala antigua, sucia y ennegrecida por el humo ardía un fuego animado sobre unas piedras que había en el suelo. El humo subía hacia el techo y buscaba salida por donde podía. En un gran caldero hervía una abundosa cantidad de sopa, y en varios asadores se estaban asando conejos, liebres y venados.
... 


HISTORIA SÉPTIMA Y ÚLTIMA.
DEL CASTILLO DE LA REINA DE LA NIEVE
Y DE LO QUE EN ÉL PASÓ

y las selvas estaban cuajadas de retoños,
y de una de ellas salió de pronto un hermoso caballo (al
cual ... conoció por uno de los que tiraban ... coche
de oro) y montada en él una muchacha, con gorro encarna-
do y pistolas en la cintura. Era la ladronzuela, que cansa-
da de estarse en casa había resuelto salir a viajar por los
climas del Norte y después a alguna otra parte del globo.
... le
pidió noticias del príncipe y la princesa.
—Están viajando por tierras extranjeras.





GICES.XIX ---- COMENTARIOS


El GRUPO DE INVESTIGACIÓN DEL CUENTO ESPAÑOL DEL SIGLO XIX (GICES XIX) se consti tuyó en 1999 gracias a una ayuda para grupos emergentes de la Universitat Autònoma de Barcelona y ha seguido su andadura mediante varios proyectos de investigación otorgados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología o el Ministerio de Educación y Ciencia. Es un equipo inte grado por historiadores de la literatura española en el que participan investigadores de la Universitat de Lleida y la Universitat de Barcelona.


Título Original:«Die Schneekönigin» (es una traducción del alemán, indirecta)

Traductor desconocido

Resumen:

... ya que, un joven ..., había contraído matrimonio con la princesa del reino y ahora vivía junto a ella en su castillo. ... a introducirse en el castillo, llegando a los aposentos de la pareja real, pero al acercarse al joven príncipe que dormía, .... ... frente a la princesa y su príncipe, quienes escucharon conmovidos la historia .... Emocionados, premiaron la ayuda ... y consolaron ... ofreciéndole unas botas, unos guantes y una carroza de oro que la llevaría a donde necesitara. En su búsqueda, unos bandoleros se interesaron por el hermoso carruaje ... y la atacaron. ....



Temas, motivos y tipos:.... Viaje maravilloso.


Aspectos formales:Se trata de un cuento formado por siete capítulos (que llevan por título ..., «El príncipe y la princesa», «La ladronzuela», ... y «Del castillo de la reina de la nieve y de lo que en él pasó») y publicado en cinco entregas. El narrador de la historia es omnisciente, sin intervenir en ningún momento en el relato ya sea para participar o dar a conocer una opinión propia. Su única labor es dar a conocer los pensamientos y diálogos ... así como de los diversos personajes que aparecen e intervienen en sus aventuras.

El tiempo es lineal, determinado por el paso de las estaciones que señalan el inicio y final del relato con la llegada de la primavera, por lo que se deduce que la historia transcurre a lo largo de un año. En lo que respecta al espacio, este es sencillo, puesto que se sitúa a los personajes en multitud de situaciones distintas: ... el reino ficticio del príncipe y la princesa… ....


Observaciones:«La reina de la nieve» es el octavo cuento de la colección que tradujo El Mundo Pintoresco entre el 29 de julio y el 21 de octubre de 1860 bajo el título Las hadas y sus hechizos. Cuentos alemanes por Hans Christian Andersen. (La traducción, indirecta del alemán y obra de traductor anónimo, data de octubre de ese año)

Clasificación genérica: Folclórico. Maravilloso.
Carla Ribera


***a wartime relation***

He had been sent away to fight on the frontlines... and (she) doubted that he would ever return.
(Clank of swords)
Each night she lay awake, envisioning (him, her lover) on the battlefield. She imagined his death a hundred times over; calling out in pain and anguish for her. Her sleepless nights left her too exhausted to do much of anything. She aimlessly roamed the halls of the palace like the living dead, a distant look in her glazed eyes.
[···]
(She) heard the sound of someone approaching, and leapt to her feet, wiping the tears from her eyes.
(Creaking doors) 
(She) stared at the soldier standing before her. He wore the frayed and muddy uniform of the defeated army. His face was battered, and partially obscured by rough stubble, but his eyes were the same as the first time they met.
(Thud on the grass-strewn floor as he goes: Oh!/Whoa!)
(The lovers) lay in (there; on the floor) for hours, discussing all that had happened. (He) told (her) about the things he had seen, the battles he had fought, the friends that he had lost. (She/One) could see now that he was not the same man that had gone off to war; some small part of him had not returned... like a light that had gone out. But she loved him all the more fiercely for it, and wanted nothing more than to protect him. As dawn approached, their discussion turned to the approaching wedding.


Adapted from the Krasue episode of Mythology Parcast -- but could also apply to Othello or Marius or Marius's dad or... there is a book called La vida de las flores (I will soon review it) with a story, La Siempreviva (The Evergreen) about a young veteran returning home to his village from the frontlines a broken man... and he only lives for a little more and then dies young at the end, but it is a fascinating study in PTSD (from pre-world-war times no less).

LLUVIA, TRUENOS Y TORMENTA EN EL BOSQUE



LLUVIA, TRUENOS Y TORMENTA EN EL BOSQUE

Las alondras le entonaban un dulce canto al amanecer, las flores se despertaban abriendo sus coloridos pétalos y los insectos comenzaban a trabajar sobre los troncos y las ramas de los árboles.

También un conejito salía de su madriguera dando saltitos porque aprovecharía el comienzo del día  para recolectar granos y zanahorias. Se divertía saltando por encima de las plantas gramíneas y de vez en cuando cortaba hierbas con sus incisivos superiores. También se recreaba rodando por el suelo.

¡Todo era maravilloso! ¡Un día soleado! Una nueva oportunidad para hacer las cosas que más le gustaban en el bosque.

Pero de repente, unas nubes negras provenientes de las altas montañas viajaban con la fuerza del viento y amenazaban con  acercarse al centro del bosque. El viento soplaba cada vez más fuerte y las gotitas de agua comenzaban a caer y a evaporarse por el calor de la tierra.

Pasaban los segundos, las gotas se hacían cada vez más grandes y se precipitaban sobre el suelo repetidamente formando grandes charcos de agua.

El conejito con sus pelos mojados miró para todos los lados pensando a dónde iría a refugiarse. ¡Estaba solo y asustado!

Pero la lluvia seguía cayendo, mientras
los truenos y relámpagos rugían de tal manera que parecía que el cielo iba a desplomarse. Entonces el sol decidió esconderse dejando el bosque a oscuras. También los pajarillos se ocultaron y las águilas decidieron volar por encima de la tormenta.

Entonces el conejito espantado corrió y se escondió aferrándose al tronco hueco de un árbol. Pero al ver a lo lejos que un rayo partió otro gran árbol en dos, se dio cuenta que estaba en el refugio equivocado.

Corrió nuevamente mezclándose sus lágrimas con la lluvia que caía, su corazón latía tan fuerte que sentía que se iba a desmayar. Pero levantó la mirada y vio una enorme roca con sus más altos picos y corrió hacia ella hasta que encontró refugio en una pequeña cueva. Allí arriba permanecía cobijado pensando que los tiempos difíciles no duran para siempre. 


Autora: María Abreu. (Con cariño para Yolanda).






jueves, 26 de diciembre de 2019

TAPROOT TEXTS, DEFINED


If ever there was a taproot text – in John Clute’s terms, a fantasy that branches out into a thousand other fantasies – this is it (referring to the Curdie and Irene diptych by George MacDonald).
Unknown lecturer, Glasgow University (2010s).




Encyclopedia of Fantasy (John Clute, 1997)
Taproot Texts


Only in the last decades of the 18th century, when (at least in the West) a Horizon of Expectations emerged among writers and readers, did a delimitable genre now called Speculative Fiction (Fantasy, Science Fiction, etc.) appear. Before that there were writings which included the Fantastic – and such works can be described as taproot texts. To exemplify: The presence of the sylph Ariel and of Prospero's staff in William Shakespeare's The Tempest (performed circa 1611; 1623) do not make that play a fantasy or spec-fic, according to this criterion; The Tempest, however defined generically, may contain elements of the fantastic, but these elements did not govern its audience's sense of its generic nature: it was, first and foremost, a theatrical play. On the other hand, Goethe's Faust (1808) clearly reveals its author's consciousness that he is transforming a traditional story containing supernatural elements into a work mediated through – and in a telling sense defined by – those elements. For our purposes, The Tempest is best conceived as a Taproot Text and Faust as a proper fantasy.
The notion of the Taproot Text seems necessary – or at least desirable – for at least two reasons. The first is that a Water Margin of not easily definable intentions marks what we may now read as an irreversible impulse towards fantasy and proto-science-fiction. over the last decades of the 18th century, and it seems advisable to have a blanket term available to use in order to distinguish relevant texts composed or written before those we can legitimately call fantasy or science fiction. The second is that, because almost any form of tale written before the rise of the mimetic novel could be retroactively conceived as ur- or proto-fantasy (or ur-/proto-sci-fi, etc.), it seems highly convenient to apply to works from this Ocean of Story a term – i.e., "taproot" – which emphasizes the heightened significance of the text mentioned. When we refer to a text as a TT, in other words, we describe one that contains a certain mix of ingredients and stands out for various reasons – not excepting quality.
The list of Taproot Texts, therefore, may be long, but it is by no means endless; and a clear degree of qualitative judgement will be apparent in any individual cataloguing. Beyond those already mentioned, some other texts seem to fit the taxonomical needs for which the term was devised.
Relevant texts from classical literature include Homer's Iliad and Odyssey (composed by the 8th century BC); Hesiod's Theogony (composed 8th century BC), Aesop's Fables (composed before 560BC) (> Aesopian Fantasy); certain works of the Greek playwrights, like Aeschylus's Prometheus Bound (produced before 456BC) and Sophocles' Oedipus Rex (produced before 406BC); Ovid's Metamorphoses (circa AD1), Lucius Apuleius's The Golden Jackass (before AD155) and most of the surviving works of Lucian of Samosata.
Relevant early modern texts (from the turn of the Renaissance onwards) include Dante's The Divine Comedy (before 1321), Giovanni Boccaccio's Decameron (before 1353), the various Chivalric Romances and epics that mass together around the Matters of Britain (Arthurian cycle) and France (Carolingian cycle), including works like Beowulf, Sir Gawain and the Green Knight (written circa 1370) (> Gawain) and Sir Thomas Malory's Le Morte D'Arthur (1485) ed Thomas Caxton, some episodes of Geoffrey Chaucer's The Canterbury Tales (before 1400), Luigi Pulci's The Greater Morgante (1470; exp 1483), Orlando Innamorato (1487) by Matteo Maria Boiardo (1434-1494), Lodovico Ariosto's Orlando Furioso (1516), François Rabelais's Gargantua and Pantagruel (1532-1564), the Nights (1550-1553) of Gianfrancesco Straparola, Luis de Camoes's The Lusiads (1572), Torquato Tasso's Jerusalem Delivered (1581), Edmund Spenser's The Faerie Queene (1590-1596), Christopher Marlowe's Dr Faustus (written circa 1588), A Midsummer Night's Dream (performed circa 1595; 1600) and other Shakespeare plays, Miguel de Cervantes's Don Quixote (1605-1615), the Pentamerone (1634-1636) of Giambattista Basile, John Milton's Paradise Lost (1667), John Bunyan's The Pilgrim's Progress (1678) (>>> Pilgrim's Progress), Charles Perrault's Tales of Times Past or of Mother Goose (coll 1697), the various versions of The 1001 Nights (> Arabian Fantasy), Alexander Pope's The Rape of the Lock (1714) and Jonathan Swift's Gulliver's Travels (1726). The list could be considerably extended, but there is a distinction to be made: huge quantities of work can be treated as being of backdrop interest only; these titles cannot. 

Miyu por Siempre (Miyu Yachiyo)



Miyu por Siempre (Miyu Yachiyo)


Canción de cierre de Vampire Miyu – traducida por Sandra Dermark
Se abren las puertas y más allá se halla lo eterno…
Una voz me llama en lontananza… ¿de quién será?
¿Eres tú quien mis cabellos siento alisar?
Flauta travesera, llévame a ese país
donde no existe el tiempo y persisten los sentimientos…
No me hace falta ninguna amistad…
(eso es verdad)
Ni siquiera me quiero a mí misma…
(eso es mentira)
Mis pisadas en la arena una ola borró…
La tarde es misteriosa,
oculta las verdades;
brilla la triste Luna
con resplandor prestado…
La oscuridad se extiende…
Caen lágrimas lilas de nubes de oscuridad…
El cielo vespertino llora mi soledad.

THE SNOW QUEEN OPERA ACT 2 (4TH STORY)

The Snow Queen (Abrahamsen)

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Operndaten
Titel:The Snow Queen
The Snow Queen 2019 an der Bayerische Staatsoper (Snow Queen: Peter Rose) in einer Inszenierung von Andreas Kriegenburg (Foto: Wilfried Hoesl)
The Snow Queen 2019 an der Bayerische Staatsoper (Snow Queen: Peter Rose) in einer Inszenierung von Andreas Kriegenburg (Foto: Wilfried Hoesl)
Form:Oper in drei Akten
Originalsprache:Dänisch, Englisch
Musik:Hans Abrahamsen
Libretto:Hans Abrahamsen, Henrik Engelbrecht
Literarische Vorlage:Hans Christian Andersen
Uraufführung:13. Oktober 2019
Ort der Uraufführung:Königliche Oper Kopenhagen
Spieldauer:ca. 1 ¾ Stunden (reine Spielzeit)
Personen (Auswahl)
The Snow Queen ist eine Oper von Hans Abrahamsen und entstand im Auftrag der Königlichen Oper Kopenhagen. Die Uraufführung in dänischer Sprache fand am 13. Oktober 2019 in Kopenhagen statt. Am 21. Dezember 2019 folgte die Erstaufführung der englischen Fassung (Amanda Holden) an der Bayerischen Staatsoper in München. Das Werk ist an das Märchen Die Schneekönigin (dänischer Titel: Snedronningen) von Hans Christian Andersen angelehnt und beruht auf dem Libretto von Hans Abrahamsen und Henrik Engelbrecht.


























Sibylle Glosted (the Princess) and Gert Henning-Jensen (the Prince). (URPREMIÈRE IN COPENHAGEN)




Inhalt[Bearbeiten | Quelltext bearbeiten]

Die Handlung von The Snow Queen basiert auf dem Märchen Die Schneekönigin von Hans Christian Andersen, das aus sieben Episoden besteht. Hans Abrahamsen und Henrik Engelbrecht entwickelten davon ausgehend das Opernlibretto für The Snow Queen, das den Sprachduktus des Märchens weitgehend erhält.

Zweiter Akt[Bearbeiten | Quelltext bearbeiten]

... erfährt ..., dass die Prinzessin auf der Suche nach einem Mann gewesen sei, der ihr an Klugheit ebenbürtig ist. ... dahinter ..., bringt ... zum Schloss von Prinz und Prinzessin. Dort gelangt ... durch die Hilfe der Schlosskrähe herein und wird von unheimlichen Erscheinungen verfolgt. Als ... schließlich die Prinzessin und ihren Prinzen findet,.... Diese versprechen ... jedoch ihre Hilfe. In dieser Nacht träumt Gerda von Kay auf seinem Schlitten.

Dritter Akt[Bearbeiten | Quelltext bearbeiten]

... setzt ... Suche fort: Prinz und Prinzessin haben ... dafür ihre goldene Kutsche überlassen. Im Wald wird die Kutsche von Räubern überfallen, wobei alle Reisenden ... getötet werden.
(Keine Reise in der Fremde in diesen Adaptation)



Alle Besetzungen





Komponist
Hans Abrahamsen
Musikalische Leitung
Cornelius Meister
Inszenierung
Andreas Kriegenburg
Bühne
Harald B. Thor
Kostüme
Andrea Schraad
Licht
Michael Bauer
Choreographie
Zenta Haerter
Chor
Stellario Fagone
Dramaturgie
Malte Krasting
Princess
Caroline Wettergreen
Prince
Dean Power
Castle Crow
Owen Willetts
  • Bayerisches Staatsorchester
  • Chor der Bayerischen Staatsoper
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Infos

Oper in drei Akten (2019)


Komponist Hans Abrahamsen · Libretto von Hans Abrahamsen und Henrik Engelbrecht nach dem Märchen von Hans Christian Andersen, Übersetzung ins Englische von Amanda Holden
Erstaufführung der Fassung in englischer Sprache mit deutschen und englischen Übertiteln | Neuproduktion

Hans Christian Andersens Märchen von der Schneekönigin ist Vorlage für Hans Abrahamsens erste Oper; der dänische Komponist hat sie, nach intensiver Beschäftigung mit dem Thema Schnee und lebenslanger Auseinandersetzung mit Andersens Märchen, von 2014 bis 2018 auf ein eigenes Libretto geschrieben: „Es sind sehr viele Schichten in dem Märchen. Man kann den Text auf verschiedene Arten lesen. Er enthält viele Geheimnisse, und man kann ihn auf viele Weisen deuten.“ Seine Musik mit ihren fein changierenden Strukturen und subtil veränderten Wiederholungen verleiht dem Text Tiefe und zugleich Leichtigkeit. Wenige Wochen nach der Uraufführung in Kopenhagen zeigt die Bayerische Staatsoper die Erstaufführung der englischen Fassung, .... Der Regisseur Andreas Kriegenburg inszeniert The Snow Queen als Geschichte von Erwachsenen für ein erwachsenes Publikum, als eine Reise ins Innerste der menschlichen Seele.

Altersempfehlung: ab 16 Jahren



Inhalt

2. Akt


... berichtet ..., wie die Prinzessin einen ihr an Klugheit ebenbürtigen Mann gesucht habe. ... dieser Auserwählte .... ... bringt ... zum Schloss von Prinz und Prinzessin.
4. Szene
Die Schlosskrähe lässt ... ins Schloss herein. Unheimliche Erscheinungen erschrecken ... wie Angstträume.
Vor dem Bett von Prinz und Prinzessin ....
Prinz und Prinzessin belohnen die Krähen für ihre gute Tat und versprechen ..., ... zu helfen.
... darf im Bett des Prinzen schlafen. ....
3. Akt

1. Szene
Prinz und Prinzessin überlassen ... ihre goldene Kutsche, damit ... weiter ... suchen kann. Alle wünschen ... eine gute Reise.
Im Wald wird die Kutsche von Räubern überfallen. Alle werden getötet, ....


Hans Christian Andersen’s Snow Queen fairy tale is the template for Hans Abrahamsen’s first opera. Following years of examining the “snow” theme and a lifelong analysis of Andersen’s fairy tale the Danish composer wrote it with his own libretto from 2014 to 2018: “There are so many layers in this fairy tale. You can read the text in different ways. It holds many secrets and you can interpret it in many ways.” His music with its finely changing structures and subtly adjusted repetitions give the text depth and lightness at the same time. Just a few weeks after the world premiere in Copenhagen, the Bayerische Staatsoper presents the English version premiere,.... Director Andreas Kriegenburg stages The Snow Queen as the story of adults for an adult audience, as a journey into the inner sanctum of the human soul.
Recommended age: 16 years and older

Synopsis

Act 2
Scene 3
... tells ... of the Princess who sought a husband with intelligence to match her own. ...this chosen one .... ... takes ... to the Prince and Princess’s castle.
Scene 4
The Castle Crow allows ... to enter. Sinister shapes, like in a nightmare, scare ....
Standing before the Prince and Princess’s bed ....
The Prince and Princess reward the Crows for their good deed and promise to help ....
... is permitted to sleep in the Prince’s bed. ....
Act 3
Scene 1
The Prince and Princess lend ... their golden coach so ... can continue ... search .... All wish ... a good journey.
In the forest the coach is ambushed by robbers. Everyone ... is killed.