So I decided to do a little translation of The Eye of Argon (remember? The worst fantasy story ever?) with as many misspellings and convoluted words as the original...
Ensayo de Sandra Dermark
(Todas las faltas de ortorgrafía son inrencionales)
La senda desgastada por el tempo serpenteaba adelante por los polborientos climas de la tierra hierma que domina grandes porciones del imperio norgoliano. Betustas pisadas de cascos, axfisiadas por las mobedizas arenas del tiempo, reluzían con un fulgor mate en la polvorienta corteza terrestre. Un sol de justicia lanzaba ardientes rallos de incandecencia desde arriba, a medio camino de su revolición diaria. Pequeños roedores correteavan por ahí, ocupando sus mentes con los logros diarios de sus miserables vidas. Yovía polbo sobre tres exaustas monturas en nuves ccegadoras, mientras llebavan el pesado cargamento de sus eslforzados superbisores.
--¡Prepárate a abrazar a tus creadores en las estigias cvaernas del infierno, bárbaro! --prorrumpó el primer soldado con zvoz entrecrtada.
--¡Sólo después de que hayas besado al veloz corcel de la muerte, miserable! --respondió Grignr.
Una veloz oja de brillante acero revotó en el enorme escudo de cuero delbárbaro mintras su musculoso brazo derecho selanzó hacia delante, undiendo un agilado acero en los organos vitales del soldado. El mercenario evsicerado sa calló de su siya de montar y se deslpomó en picado sobre la nublada pradera, rociando el sedento y polvoriento suelo con gotitas escarlata del fludo vital que escapaba de su cuerpo.
El entusiasmado bárbaro rotaba sobre su ehe, y su melena de un rojo fuego se agiteba, conbulsa, en las úmedas corrientes de aire al enfrentarse al ataque del compalñero de armas del soldaod vencisdo.
--Maldito bárbaro, Gritó el soldado al obserbar a su camarada muerto.
Una reluziente cimitarra propinó un pesado golpe aobre el picudo hielmo del bárbaro, trayendo numbes más densas al nubladio cerebro del ecordiano. Desaciéndose de los efectos del contundente golpe fobre su cabeza, Grignr dirigió su acesro riveteado de escarleta hacia la crudamente forjada coraza del soldado, shocando sin ningun daño con el costado izkierdo de su adversairo. Elc orcel del soldado relinció cuendo este dirigió al caballo hacia atrás, lejos del pentrante acero del bárbaro. GRignr espoleó a su montura hacia delante mnentras el roncamente penetrante girto de guerra de su raza criada en despoblado resonaba desde sus potentes pulmones. Una hoja giratoria rebotó sin causar daño alguno sobre el enscudo del ptotente ladrón mientras su musuloso brazo derecho hendía hacia arriba,clasvando un pie de acero cetgador que rasgó por completo la expuesta garganta del simerio. uN boqueante gorogoteo de la boca contorsianada del soldado moentras caía sobre la dorada arena a sus pies, y se retocría agonizante en sulecho de muerte.
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