miércoles, 18 de marzo de 2020

La niña que llegó a ser una gran escritora



¿De qué isla, de qué árbol, de qué fuente 
crece este chorro de luceros 
que son los niños? 

(de Canciones de Nana y Desvelo. Carmen Conde)


Algunos poemas y escritos infantiles de Carmen Conde



La Cierva y el Niño 

La cierva, madre, la cierva
a la cierva quiero ver 
bajo las ramas del árbol 
y en el arroyo beber. 
A la cierva, madre, llamo 
para que juegue conmigo:
yo busco saltar con ella 
porque quiero ser su amigo.


Este Pobre Gazapito 

Este pobre gazapito 
aprendiéndose a correr 
es tan tierno como el niño 
que aprendiendo va también. 
Levanta orejas con miedo 
y las patitas le tiemblan, 
porque ya no tiene madre 
que entre sus patas lo tenga.


El Tambor del Niño 

Yo tengo un tambor de oro 
y tú tienes un jardín 
yo tengo muchos tesoros 
y tú me tienes a mí. 
Yo tengo un río de plata 
y tú tienes un almendro. 
Cuando quieras tener casa 
ven conmigo que te quiero.


Cielo 

El lucero, 
al final de la tormenta, 
ha salido muy bien peinado, 
muy lavadito, 
con una gran sonrisa redonda 
en torno suyo.


Los Gatitos 

Si los gatitos hablaran 
¡cuántas cosas nos dirían! 
de las que escuchan de noche, 
de las que observan de día… 
Los gatos lo saben todo. 
Si su presencia es altiva, 
así no dan confianza 
por si alguno les castiga. 
Se mantienen muy señores, 
retozan con alegría; 
guardan secretos eternos 
de los niños y las niñas. 
Cuando un gatito se entrega 
y otorga su compañía 
es suave cual cordero 
e incapaz de felonía.


Nana del Mar 

Tengo un caracol de espuma. 
Metidas en sus fanales 
tengo muñecas de lirios 
y un paseo de corales. 
Ocultos en las mareas 
que se remontan al cielo, 
tengo castillos de peces 
y caballitos de hielo. 
Guardada llevo la luz 
entre mis sienes de plata. 
Y tendré para que duermas 
llena de sueño una barca.


María Vega (Fragmento) 

Sé que has venido 
andando por el mar. 
Tienes enredados 
en los cabellos cinco 
luceros blancos que juegan al corro en tu 
frente.


Torre 

Las campanas se besan 
antes del sueño, 
y todas las esquinas de las casas de 
campo huelen a cielo, porque dejan 
asomar –de cuando en cuando– un lucero.


Tardes de Fiesta (fragmento) 

Los barcos de los domingos, 
anclados fuera del puerto, 
con marineros del Sur 
y con grumetes traviesos. 
Los barcos de velas gruesas 
que venían de muy lejos, 
cargados con té y canela 
o con cristales y espejos… 
Los domingos se acercaban 
(como islas en un sueño) 
aquellos barcos tan limpios 
por el soplo de los vientos.


Pureza 

Descalza, estrella, descalza. 
Por el agua alta, yo quiero ir descalza. 
Por el cielo hondo, yo quiero ir descalza. 
Descalza, estrella, descalza. 


El Niño Limpio (fragmento)

Siempre que el niño iba a escribir lavaba delicadamente sus manos. 
¿Cómo había de ir a las cuartillas sin que las manos fueran limpias de todo sudor, de todo polvo minúsculo? 
La caricia del papel salía más clara.


La Niña Cuenta un Cuento (fragmento) 

Había una pajarita de papel que se llamaba Nieves. Una tarde, su mamá la llamó y le dijo: 
-Como has sido muy buena en el colegio y no te han quitado ninguna pluma de las alas, te permito que juegues con tus amigas en el prado. 
La pajarita se reunió con sus amigas, que ya estaban corriendo alegremente. Eran unas pajaritas preciosas, azules, rosadas, verdes; entre ellas, Nieves resplandecía su blancura graciosa. 
–¿A qué vamos a jugar? –gritaron al ver a Nieves. 
–Juguemos a las bodas– dijeron cinco pajaritas azules. 
Como en aquel momento pasaba un gorrión volando muy bajito, la pajarita blanca se emocionó.
 –¿Con quién te casarías tú? –le preguntaron sus amigas–. ¿Con aquel gorrión? 
–Sí– contestó ella ruborizándose …

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