Porque cumplo 29 años hoy he decidido poner un cuentecito y un pequeño poema en este blog. Espero que os gusten.
La niña que consiguió fabricar un arcoíris
Nadie sabía si lloraba de risa o le salían risotadas del llanto. Tal vez ni ella estaba segura y reía y lloraba al mismo tiempo y con la misma fuerza.
El caso es que, al final, apareció un arcoíris a ras de suelo. Si era el arcoíris más alegre de la historia o el más triste de todos los tiempos, eso ya no lo sabía ni ella ni nosotros.
Quedito, no me toquéis
¡Quedito, no me toquéis,
entrañas mías,
que tenéis las manos frías!
Yo os doy mi fe que venís
esta noche tan helado,
que si vos no lo sentís
de sentido estáis privado.
No toquéis en lo vedado,
entrañas mías,
que tenéis las manos frías.
Anónimo - Cancionero tradicional del Siglo de Oro
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