¿De qué isla, de qué árbol, de qué fuente
crece este chorro de luceros
que son los niños?
(de Canciones de Nana y Desvelo. Carmen Conde)
Algunos poemas y escritos infantiles de Carmen Conde
La Cierva y el Niño
La cierva, madre, la cierva
a la cierva quiero ver
bajo las ramas del árbol
y en el arroyo beber.
A la cierva, madre, llamo
para que juegue conmigo:
yo busco saltar con ella
porque quiero ser su amigo.
Este Pobre Gazapito
Este pobre gazapito
aprendiéndose a correr
es tan tierno como el niño
que aprendiendo va también.
Levanta orejas con miedo
y las patitas le tiemblan,
porque ya no tiene madre
que entre sus patas lo tenga.
El Tambor del Niño
Yo tengo un tambor de oro
y tú tienes un jardín
yo tengo muchos tesoros
y tú me tienes a mí.
Yo tengo un río de plata
y tú tienes un almendro.
Cuando quieras tener casa
ven conmigo que te quiero.
Cielo
El lucero,
al final de la tormenta,
ha salido muy bien peinado,
muy lavadito,
con una gran sonrisa redonda
en torno suyo.
Los Gatitos
Si los gatitos hablaran
¡cuántas cosas nos dirían!
de las que escuchan de noche,
de las que observan de día…
Los gatos lo saben todo.
Si su presencia es altiva,
así no dan confianza
por si alguno les castiga.
Se mantienen muy señores,
retozan con alegría;
guardan secretos eternos
de los niños y las niñas.
Cuando un gatito se entrega
y otorga su compañía
es suave cual cordero
e incapaz de felonía.
Nana del Mar
Tengo un caracol de espuma.
Metidas en sus fanales
tengo muñecas de lirios
y un paseo de corales.
Ocultos en las mareas
que se remontan al cielo,
tengo castillos de peces
y caballitos de hielo.
Guardada llevo la luz
entre mis sienes de plata.
Y tendré para que duermas
llena de sueño una barca.
María Vega (Fragmento)
Sé que has venido
andando por el mar.
Tienes enredados
en los cabellos cinco
luceros blancos que juegan al corro en tu
frente.
Torre
Las campanas se besan
antes del sueño,
y todas las esquinas de las casas de
campo huelen a cielo, porque dejan
asomar –de cuando en cuando– un lucero.
Tardes de Fiesta (fragmento)
Los barcos de los domingos,
anclados fuera del puerto,
con marineros del Sur
y con grumetes traviesos.
Los barcos de velas gruesas
que venían de muy lejos,
cargados con té y canela
o con cristales y espejos…
Los domingos se acercaban
(como islas en un sueño)
aquellos barcos tan limpios
por el soplo de los vientos.
Pureza
Descalza, estrella, descalza.
Por el agua alta, yo quiero ir descalza.
Por el cielo hondo, yo quiero ir descalza.
Descalza, estrella, descalza.
El Niño Limpio (fragmento)
Siempre que el niño iba a escribir lavaba delicadamente sus manos.
¿Cómo había de ir a las cuartillas sin que las manos fueran limpias de todo sudor, de todo polvo minúsculo?
La caricia del papel salía más clara.
La Niña Cuenta un Cuento (fragmento)
Había una pajarita de papel que se llamaba Nieves. Una tarde, su mamá la llamó y le dijo:
-Como has sido muy buena en el colegio y no te han quitado ninguna pluma de las alas, te permito que juegues con tus amigas en el prado.
La pajarita se reunió con sus amigas, que ya estaban corriendo alegremente. Eran unas pajaritas preciosas, azules, rosadas, verdes; entre ellas, Nieves resplandecía su blancura graciosa.
–¿A qué vamos a jugar? –gritaron al ver a Nieves.
–Juguemos a las bodas– dijeron cinco pajaritas azules.
Como en aquel momento pasaba un gorrión volando muy bajito, la pajarita blanca se emocionó.
–¿Con quién te casarías tú? –le preguntaron sus amigas–. ¿Con aquel gorrión?
–Sí– contestó ella ruborizándose …
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