El Renacimiento Disney me dio las heroínas Disney con las que crecí. Las agallas de Ariel (perdón por el juego de palabras), el cerebro de Bella, la fortaleza de Nala (en el musical), el amor por la naturaleza de Pocahontas, el sarcasmo de Megara, la fe de Esmeralda, el arrojo de Fa Mulán y la voluntad de sacrificio de Jane Porter me han forjado tanto como la experiencia de la vida. Y luego en la actualidad llegaron Mérida la rebelde, Rapunzel la creativa, Anna la ingenua pero de buen corazón, Elsa la que se acepta a sí misma, Vaiana la que descubre y explora su legado, Tamara Calhoun la dura con su corazoncito y las Madrigal: Isabela la perfeccionista que descubre otros aspectos de sí misma, Luisa que aprende a sacar fuerzas de flaqueza y Mirabel que descubre que aunque no tengas poderes especiales también podrás tener alguna clase de talento. Y su prima Dolores, que lo oye todo y cuyos dolores en amores, si no se rinde, se truecan en felicidades.
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