Me ha sorprendido un huevo la mención de la terreta en esta clásica zarzuela del siglo XIX (Agua, azucarillos y aguardiente) como provincia donde la humilde heroína podría ser la esposa del gobernador si escoge al señorito rico como esposo (si el señor padre del señorito llega a hacer a su hijo gobernador de CS por enchufe):
Una vez que los personajes están enterados de las intenciones de Serafín y cada uno dispuesto a su particular timo comienza la escena del vals en la que los novios tienen un diálogo cantado entre cómico y romántico con interrupciones jocosas de Simona y de Pepa. Este número tuvo una gran aceptación y su música pegadiza también. La letra de este vals además de contener una apasionada declaración de amor incluye crítica política interrumpida por el comentario de Pepa que dice «ilusiones del pobre señor»:
Si entra pronto papá en el poder... (ilusiones del pobre señor) Al instante, muy campante, me voy a una provincia de gobernador. Eres digna, por tu educación, de ocupar una gran posición y serás gobernadora de Cuenca o de Zamora o de Castellón. |
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