Ese no es el lenguaje de las flores. Hay otro que has debido entender, mucho más elocuente. Cuando una flor se dobla hacia el suelo, es que tiene sed… Cuando palidece, es que desea la caricia del sol… Cuando se balancea en su tallo, es que es feliz, no que ansíe morir cortada sobre tu traje… Y cuando, como tú ahora, se mustian, es que va a terminar pronto su existencia…
Extracto de un cuento de Calleja.
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