NOTA BENE: The man who wrote this play lost his sinister hand in battle (fortunately, like 90% of the human population across the ages, he was right-handed, and thus, his works are known and praised in our days).
In the early modern period, lefties were seen as literally sinister. Forced to use their right hand by their elders and the establishment, they were more likely to be accused of heresy, sorcery, freethought, and other such crimes against the Truth.
CAÑIZARES. Pues ¿no quiere vuesa merced que me pudra y me haga una ponzoña y cruel polilla, si este es un hombre que trae por los caniculares chinelas, y la espada a zurdas?
DOCTOR. Pues ¿que se le da a vuesa merced que el otro traiga la espada a zurdas, ni por los caniculares chinelas?
CAÑIZARES. Pues ¿no se me ha de dar, pesi a mí, si envían a este hombre por gobernador de unos de los mejores lugares desta tierra?
DOCTOR. Ya yo entiendo su pudrición de vuesa merced, y es que pretende vuesa merced el mismo oficio.
CAÑIZARES. ¿Cómo pretender? Ni por pensamiento me ha pasado en toda mi vida; sino sólo me pudro de ver aquellos que han de ser gobernados por la mano deste hombre, que en tal tiempo trae chinelas, que mal podrá despachar los negocios con brevedad; y si es zurdo, no podrá hacer cosa a derechas.
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