TARDE DE FRÍO NOVIEMBRE...
This is my own translation of a Hungarian folk song, "Ha majd a nyarunknak vége," into Spanish... It's a sorrowful song, so best keep your hankies ready. You will find the tune in the link of the original title. I first did this translation as a teen, written with my left hand with ink on paper, like the Travesty of Othello, and now it's here for you readers:
TARDE DE FRÍO NOVIEMBRE...
Traducción de una canción popular húngara
("Ha majd a nyarunknak vége")
por Sandra Dermark, 2008
Tarde de frío noviembre,
tarde del último adiós,
cuando la guerra termina
con una historia de dos...
Un joven y una muchacha
en el tranquilo cuartel:
él, un apuesto teniente;
ella, hija del coronel.
"¿Oyes que suenan clarines?
Dime, ¿les oyes cantar?
Dice la letra: '¡Adelante!'
Nos hemos de separar...
Llora en mis hombros, cariño,
ce soir c'est une autre soirée...
Se marchará el regimiento
y yo con ellos me iré...
Cuando descienda el ocaso,
el regimiento se irá...
Bésame ahora, cariño:
¿quién sabe adónde se va?"
De noche, junto a la hoguera,
el regimiento formó...
ya se desvela el teniente
y escribe cartas de amor...
Una muchacha le espera,
oye a su amada llorar,
hunde la cara en las manos
y tarda en contestar.
Al día siguiente en combate,
él su valor demostró,
y, herido en el seno izquierdo,
bien inconsciente cayó...
Entre sus duras costillas
se deslizó un proyectil:
tiene el pulmón destrozado,
no hay esperanza por fin...
Llegan los de la Cruz Roja,
vienen por él a velar...
tiene cuarenta de fiebre,
con unas décimas más...
"Quiero escribir una carta,
mas no me acuerdo de a quién...
y ver a mi prometida,
que me espera en el cuartel...
¡Traigan mi azul uniforme,
no puedo más esperar!
¡Nunca más guardaré cama,
voy por la patria a luchar!"
"No os arriesguéis, mi teniente,
pensad en vuestro pulmón!"
Aquella noche, el teniente
del hospital se escapó...
Se pone el sol más sangriento
tras la batalla perder...
Por oficiales caídos
se reza un réquiem...
Han derrotado a los suyos,
no se enteró el oficial:
su corazón se detiene,
su alma es estrella fugaz.
Llevan al frente una carta
de una muchacha, de amor:
la releyó el comandante,
luego, tranquilo, ordenó:
"Le escribiré que al teniente
ella ya no ha de esperar,
ya que su pecho, en el frente,
sufrió una herida mortal..."
En el cuartel de oficiales,
llora la joven Christine:
mientras desciende la noche,
ella es consciente del fin...
Tarde de frío noviembre,
una muchacha murió...
Ella fue en pos del teniente:
sola, se abrió el corazón...
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