miércoles, 4 de enero de 2017

EL INFIERNO DE DANTE - SEGÚN SANDRA DERMARK

Para Dante Alighieri, la Tierra es hueca y es como un juego de matriushkas, muñecas rusas. Infiernos dentro de infiernos dentro de infiernos, cada uno un mundo diferente para castigar unas faltas diferentes, todo concéntrico. Como muñecas rusas encastradas unas dentro de otras. ¿Eso lo entienden, lectores?
Así que he decidido explicaros los infiernos del más superficial al más profundo --el Cócito, imaginado por Dante como una cueva de hielo (Cocytus=think Snow Queen's palace). Cubriré el Cócito al final del comentario.
DE MODO QUE:
DEJAD TODA ESPERANZA SI OS ATREVÍS A SEGUIRME...
1er infierno: lujuria (hetero) - supervisados por los jueces del inframundo (esos tres), los lujuriosos son arrastrados por un ciclón como el del Mago de Oz a una velocidad de vértigo.
2o infierno: gula - Cerbero juega con los pecadores como si fueran pelotas de tenis, están hundidos en un fango muy denso (tipo mud wrestling). Añade que caen del techo bolas de granizo, del tamaño de pelotas de tenis.
3o infierno: codicia/avaricia (pero aquí no están los corruptos; les veremos más al fondo): - tienen que correr llevando un pesado lastre que no pueden quitarse fijo a cada mano. Aquí también, por lo visto, se castiga el síndrome de Diógenes...
4o infierno: ira+pereza (¡dos de un tiro!); la Estigia, una laguna poco profunda: los iracundos más leves (a Jack el Destripador y al Monstruo de Amstetten entre otros les encontraremos en el Flegetonte, un poco más abajo) se lían a porrazos sin cesar como si fuera mud wrestling sin límites y sin reglas; mientras los vagos, atados al fondo de la Estigia, son linchados sin cesar por los iracundos. Aquí está ¿quién si no? Caronte al mando de un barco que es el único modo seguro de cruzar.
5o infierno: ateos: son asados en sepulcros/féretros de piedra rodeados de llamas. No me gustaría acabar como un plato de canelones.
6o infierno: el f-ing Flegetonte y las cosas se ponen muuuy interesantes. Centauros, entre ellos Neso y Quirón, patrullan las orillas de la colada de lava y sangre al rojo vivo, donde los violentos, sádicos, dictadores... están sumergidos sin poder escapar, y torturan a dichos reos. Al otro lado del Flegetonte, chispas de lava surgidas de su corriente caen como nieve ardiente sobre prestamistas, violadores (no importa si se hayan servido de drogas o no) y personas con parafilias extremas (zoofilia, pedofilia, masoquismo... cualquier parafilia que pueda dañarlos a ellos mismos y a otros) que han de correr sin cesar en la tormenta de nieve de fuego. Sin mencionar los árboles carbonizados por el calor del Flegetonte sobre los que anidan y se posan las arpías: estos fueron suicidas en su vida terrenal.
7o infierno: Malasfosas (Malebolge); castigo al engaño en todas sus formas. A continuación os doy un repaso fosa por fosa:
-Fosa i: seductor@s rompecorazones, de los que se aprovechan del amor inocente de otr@s y les dejan como muñec@s usad@s por otr@s. Son obligados a un constante castigo de baquetas a la prusiana.
-Fosa ii: adulador@s. Les han enterrado en compost (basura orgánica, incluyendo orina, heces...) sin poder escapar.
-Fosa iii: religiosos corruptos. Cuelgan del revés en agujeros llenos de fuego, dejando despuntar las piernas y los pies.
-Fosa iv: adivin@s. Les han girado la cabeza 180º como a la niña del Exorcista y no pueden ponérsela del derecho. Por eso caminan a paso de cangrejo.
-Fosa v: políticos corruptos. Sumergidos en un pozo de brea hirviente. Viene a ser como el Flegetonte pero con brea/alquitrán en vez de lava o sangre. Salvo que, en vez de los centauros, tienen por verdugos a unos diablillos que usan su puntiaguda cola como látigo.
-Fosa vi: hipócritas no afiliad@s al Estado ni a la Iglesia, entre ellos las beatas. Llevan capas de brocado de seda e hilo de oro... con el forro de plomo, lleno de plomitos como los del sedal de pescar, y no se los pueden quitar.
-Fosa vii: ladrones. Atrapados en un foso de serpientes, donde pueden hallar el tormento por medio de una anaconda verde hembra de ocho metros de largo, del veneno de cobra o krait... hay muchísimas posibilidades. Según mis especulaciones, el propio borde del foso es una titanoboa que se muerde la cola, a modo de Jordmungandr o uróvoro.
-Fosa viii: consejeros traidores, Yagos, Palpatines y demás. Encerrados en capullos de fuego que les desfiguran la cara y les lamen la piel constantemente. También se asfixian y les cuesta siempre hablar y tragar.
-Fosa ix: sembradores de discordia, revolucionarios extremistas. Son descuartizados constantemente a estocadas y las heridas siempre les duelen. Nada más sellarse las heridas, les vuelven a descuartizar.
-Fosa x: falsificadores. Dependiendo de lo que falsificaron en vida, han contraído una enfermedad incurable u otra: los ladrones de identidad tienen la rabia, los falsificadores de moneda tienen la gota, los que falsificaron arte y otros objetos de valor (excepto moneda) están leprosos y los que dieron falso testimonio sufren de fiebre palúdica o malaria. Los autores de fandom no aparecen aquí, y encima Dante escribió la Comedia como un fic épico de la cultura clásica y los pecados capitales... de modo que allí la gente como servidora no acabará.
8º infierno: el Cócito. El F-ing Cócito. Todo es hielo azul en la oscuridad más profunda, y los traidores son los tropezones de este helado de agua tan duro. El Cócito está vigilado por los Titanes, y no quiero decir Annie, Rainer, Bertolt... sino Efialtes, Ticio, Tifón, los ciembrazos... los Titanes de la generación de Cronos. Aquí los traidores están clasificados según sus víctimas.
-Cócito i: Caína, traidores a la familia. Hundidos en hielo hasta el cuello.
-Cócito ii: Antenora, traidores a la patria y/o al partido político. Hundidos en hielo hasta los ojos. Tienen los ojos fuera.
-Cócito iii: Ptolomea, traidores a los amigos y/o a los invitados. Tienen la nuca fuera y la cara hundida en el hielo, de modo que tienen los ojos helados y las lágrimas se les congelan.
-Cócito iv: Judería/Judecca, traidores a causas superiores a las otras tres antes mencionadas (ideales, religiones...). Están completamente congelados, como arañas de broma de plástico dentro de sus cubitos de hielo. En medio del Cócito se halla Satanás, con tres cabezas, chupando constantemente tres cubitos -uno en cada boca- que contienen a Judas Iscariote y a los cabecillas del asesinato de Julio César.
A los pies de Satán se halla una galería estrecha, como madriguera de conejos, por la que discurre un curso de agua del Cócito deshelada; esta es la fuente del Leteo. Síguela todo recto y te hallarás en la superficie, en una isla en medio del Pacífico con aspecto de tarta nupcial de unos siete u ocho pisos, por los que fluye el Leteo. Esta tierra es el Purgatorio, en cuya cima no hallarás los novios de la tarta; pero sí el Paraíso y una laguna letea donde borrar todos tus recuerdos. Pero no sin antes atravesar las pruebas de los pisos del Purgatorio, sobre los cuales puede que os hable en otra entrada más adelante.






EPÍLOGO - EL VIEJO DE CRETA
En que os explico el origen de la Estigia, del Flegetonte y del Cócito (y, por extensión, del Leteo) según messer Alighieri.
La isla de Creta, en su día cuna de la cultura griega clásica, es hoy en día una región en que tanto la acción del ser humano como la naturaleza han caído lo más bajo que se puede. Debajo de Creta reside un coloso con forma de varón entrado en años, con las espaldas a Oriente y mirando en dirección a Roma (y, por extensión, o a Marsella o als Països Catalans); supuestamente se trata del titán Crono. Su cabeza es de oro puro (24 quilates como mínimo); los brazos hasta la punta del dedo corazón y el pecho hasta el apéndice xifoides, de plata de ley; el vientre hasta las ingles, de un bronce cubierto de pátina verde; la pierna izquierda hasta la punta del pie, que tiene suspendida en el aire, y la derecha hasta el tobillo, de hierro tan oxidado como la superficie de Marte; y el pie derecho, sobre el que se apoya todo el coloso, de terracota. Desde que Crono fue confinado bajo la isla de Creta por su hijo Zeus, no ha dejado de llorar; sus lágrimas, que no le afectan al rostro ni al pecho, le han dañado el vientre y las piernas formando fisuras durante eones antes de caer al suelo y, filtrándose en el subsuelo calizo, dan nacimiento a los cursos del inframundo mencionados en este epílogo.

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